LA PASIÓN Y SUS MITOS

Ayer en Instagram compartí una ilustración con cinco ideas que me han servido para aceptar mi condición de multiapasionada y me sorprendió la cantidad de personas que se sintieron identificadas. Pero también hubo otras que me compartieron que no tenían ni una pasión y que no sabían cómo encontrarla. En el blog he hablado al respecto, puedes leer esos posts aquí, aquí, aquí y aquí, pues yo misma he pasado también por eso (se nota con tanto texto). 

Sin embargo, una idea adicional que se me vino ayer a la mente es que hoy en día la palabra PASIÓN está sobrevalorada y quizá eso contribuya a que mucha gente se sienta perdida en estos terrenos. Me puse a pensar entonces en la cantidad de mitos que existen en torno a este término que, aunados a las creencias particulares de cada quien, pueden interferir en que encontremos eso que nos apasiona. O quizá en lugar de “encontrar” debería decir “aceptar”, porque a final de cuentas, creo que la pasión tiene más que ver con un proceso de autoconocimiento que de búsqueda. 

Aquí te comparto los mitos que encontré, espero que te sean de ayuda como lo han sido para mí.  

1. Una verdadera pasión te hace sentir bien todo el tiempo. 

Es cierto que hacer lo que amas ayuda mucho a mantenerte inspirado y te brinda una sensación de plenitud… pero no los 365 días del año. Hay veces en que eso que amas tanto también puede ser una fuente de insatisfacción, hay veces en que no tienes ganas de hacerlo e incluso hay aspectos de eso que adoras que pueden causarte mucha incomodidad y no por eso quiere decir que no estás apasionado por ello. Un ejemplo simple es, si te gusta la pastelería, quizá te choque lavar todos los utensilios al final. Puede chocarte demasiado, pero si es tu pasión, estás dispuesta a “comerte esos sándwiches de mierda”, como describe Elizabeth Gilbert en su libro Big Magic a esos momentos de tu pasión que te causan mucha incomodidad. 

2. Convertir tu pasión en tu carrera (y recibir una remuneración económica) es la única manera de ejercerla al cien por ciento y de sentirte realizado con ella. 

Hay mucha gente que vive de su pasión y yo creo que es perfectamente posible hacerlo, pero no creo que pedirle a tu pasión que pague las cuentas sea la única forma de practicarla. Quizá tu pasión sea la educación de tus hijos y lees muchísimo al respecto, y tomas diplomados de parenting e investigas todo lo que puedes porque es un tema que te interesa muchísimo… y por otro lado ves a tu trabajo de oficina simplemente como un sostén económico y punto. La pasión no se encuentra solamente en el trabajo remunerado, también puede estar en las actividades cotidianas, en asociaciones altruistas o en un simple hobby. Mi marido es un apasionado de preparar su café: selecciona el grano que va a comprar con suma conciencia, lo muele él mismo cada mañana, calienta el agua y cuela el café en una prensa francesa. Nadie le paga por eso. De hecho, estoy segura que para él la verdadera recompensa es simplemente tomarse una taza de esta bebida que tanto le gusta y no necesita más.  

3. Nuestra pasión es algo súper complicado de encontrar, por eso hay que estar MUY alerta para que no se nos escape el momento en el que por fin aparezca. 

Se habla tantísimo hoy en día sobre encontrar tu pasión, sobre la importancia de hacer lo que amas y sobre la importancia de tener una vida con propósito, que puede llegar a generarnos cierta ansiedad el creer que nosotros no hemos tenido esa suerte de que una pasión venga a tocarnos la puerta. La pasión no está afuera, sino dentro de nosotros. No es una cosa en particular, es una actitud. Todos tenemos algo que nos apasiona, es sólo que no nos hemos dado la oportunidad de explorarlo, pero puede ser algo tan sencillo como indagar en nuestros gustos e inclinaciones y no darle tantísimas vueltas al asunto. El cielo no se abrirá para decirte cuál es tu pasión, más bien eres tú quien puede, con ayuda de un poquito de introspección, descubrir qué es eso que te encanta hacer. No tiene que ser algo que cambiará al mundo en un día… puede ser algo tan sencillo como cocinar para los tuyos, caminar en la playa, bailar con la música a todo volumen o escribir poemas en servilletas.  

4. La pasión es eso en lo que eres buenísimo desde el primer día. 

Creo que lo más común es que tengas habilidad para eso que te gusta, pero “talento” es otro término que me parece sobrevalorado en estos tiempos. El talento no es algo con lo que se nace, sino que se consigue con el esfuerzo y la práctica de todos los días. El ver a otras personas expertas en eso que te apasiona puede llegar a intimidarte, pero te apuesto que ninguna de ellas era así de maravillosa cuando empezaron. El gusto es algo hacia lo que sentimos inclinación, pero la pasión es lo que se conquista a través del trabajo diario. El hecho de que experimentes uno, dos o cincuenta “fracasos” en eso que te gusta no quiere decir que estés en el camino equivocado.  

5. Cuando encuentras tu pasión, tu mente se clarifica y todos tus problemas se solucionan. 

Éste mito me encanta porque creo que es el que yo tenía más arraigado. A lo largo de mi vida he tenido varias pasiones y mis cuestionamientos, mis dudas y tribulaciones me siguen acompañando. A veces me gusta lo que hago y a veces no. A veces gano buen dinero y a veces no. A veces estoy súper motivada y a veces no. Hay días en que mi cielo está despejado y cantan los pajarillos en la ventana y otros en que de plano no me quiero levantar de la cama. Hacer lo que amas y te apasiona no va a pintarte la vida de rosa… lo que sí puedo asegurar es que, si te sacudes todos estos mitos, te brinda una inmensa dicha que no se compara con nada más.  

Gracias siempre por leer y, si lo consideras valioso, compartir.

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