CAMBIO DE PLANES
Dicen que los hijos son nuestro reflejo, y de hecho cuando leí el libro “Tu hijo, tu espejo” de Martha Alicia Chávez, Emma era una bebé y antes de llegar a la mitad aventé el libro en algún cajón. Luego fue creciendo y al encontrarme cada vez más seguido en algunas de sus actitudes, sobre todo en las que me hacían perder más la paciencia (¡claro!) me acordé del librito, lo rescaté del olvido y ¡oh Dios! Todo cobró más sentido.
Una de las cosas que Emma y yo compartimos es la intensa comezón cuando hay algún cambio de planes o las cosas no salen como esperamos. Yo soy adulta y a veces consigo verle el lado bueno al asunto, pero a mi nena le cuesta mucho trabajo. Por eso ayer me dio mucha ternura cuando llegamos al Children’s Museum en el centro de San Diego, al que tenía mucho tiempo pidiéndome ir y tuvimos que regresarnos porque estaba a reventar de visitantes por algún evento relacionado con el Comic-Con que se celebró este fin de semana en la ciudad.
“Noooooo mamaaaaá, yo quiero entrar”. “Pues el museo no está abierto Emma, tendremos que regresar en otra ocasión. Pero vamos a otro lado, ¿a dónde se te antoja?” “Está bien, pero que sea un lugar divertido”. “¿Vamos al parque?” “No. Se me antoja un lugar cerrado donde haya juegos y manualidades para niños, así como un museo”. O sea, ella quería su plan original, jajaja. Y ni todas las opciones que le ofrecí fueron suficientes para aminorar un poco su frustración. Al final le propuse ir a Blick, una tienda de arte que nos encanta a las dos en Little Italy y caminar por la zona porque era día de mercado sobre la calle y eso sí le convenció.
Después fuimos a comer a Souplantation, su restaurante favorito, y terminamos en la librería Barnes & Noble, porque entre todas las cosas en que nos espejeamos, una muy fuerte son los gustos, y eso la verdad es algo que sí celebro =)